El Arsenal es el mejor equipo del mundo.

No tienes que creer en las cuotas de las casas de apuestas botas de futbol baratas online. Puedes alegar ignorancia sobre las clasificaciones Elo. Incluso podrías optar por pasar por alto todas las tablas que clasifican a los equipos según su capacidad para sumar puntos en los partidos de fútbol. Sin embargo, no puedes ignorar la evidencia que tienes ante tus ojos.

El Arsenal es el mejor equipo del mundo ahora mismo. Por supuesto que sí. Acaban de hacer lo que hace el mejor equipo de Europa: someter a uno de sus principales rivales. El Bayern de Múnich tuvo suerte de tener solo tres goles. Su gol, que se perfilaba como el de consolación a los 10 minutos de marcar, les obligó a realizar, con diferencia, la jugada de ataque más impresionante del partido.

Un equipo que acababa de ganar como visitante ante el campeón de Europa necesitaba habitualmente momentos de brillantez individual sin igual o una jugada en la que cada toque y jugador estuviera al 90%. Eso fue solo para llegar al área. El Bayern terminó este partido con su habitual 60% de posesión. También terminaron con nueve toques en el área del Arsenal. Harry Kane, cuya presencia solo se hizo evidente cuando el Emirates Stadium le agasajó, terminó este partido con menos toques en el área que Jurrien Timber.

El Bayern lo intentó mucho y muchas veces no tuvo éxito. Un ejemplo es el periodo previo al inesperado empate, cuando Vincent Kompany pareció concluir que su equipo no iba a superar a sus oponentes en los duelos uno contra uno. Y así, su posicionamiento se descontroló deliberadamente durante algunos momentos. No importaba cuándo Konrad Laimer se ponía a jugar en segunda línea en ataque o Kane le hacía una mala pasada a toda Inglaterra abandonando la delantera. Si Bukayo Saka tenía que jugar de central, lo hacía. William Saliba atacaba con fuerza, ¿y por qué no? Se le daba tan bien recuperar el balón en el tercio del Bayern como al Arsenal.

«Individualmente, hicimos un trabajo inmenso para resolver todos los desafíos que este equipo plantea», dijo Arteta. La energía que generamos en el estadio, lo que transmite el equipo, la energía que aportamos, la calidad con la que jugamos: es increíble. Tenemos que mantenerla porque aún es muy pronto.

Durante todo el partido, la maquinaria del Arsenal funcionó a pleno rendimiento. Hace tiempo que se han adaptado a la vida sin delantero centro; en esta ocasión, en lugar de explotar las cualidades de Mikel Merino para abrirse paso, lo dejaron retroceder, más cerca de Eberechi Eze y del indomable triple pivote formado por Martin Zubimendi y dos Declan Rice (¿qué?). Arteta no buscaba controlar la posesión; su equipo podía controlar la posición del Bayern incluso cuando no tenía el balón en los pies. Los centrales subían y eso creaba ángulos para que los extremos de los Gunners se lanzaran.

Eso fue lo más destacable de este partido. No se podría decir que fue una noche desastrosa para los locales, que anotaron tres goles en 12 remates con un valor de 2,72 xG, pero podrían haber marcado más. El centro-tiro bombeado de Leandro Trossard no produjo nada desde una posición privilegiada. Si Eze hubiera disparado al pase en la primera parte, bien podría haber marcado para seguir con su triplete en el derbi. Incluso en una noche floja, Saka se coló a los defensas del Bayern, casi forzando más de una ocasión de remate.

Este ha sido el mejor Arsenal en la gestión de Arteta. Normalmente, botas de futbol gama alta cuando un equipo llega a este nivel, todo le sale mal. Por ejemplo, no les queda solo su último Gabriel; tanto Magalhaes como Jesus siguen recuperándose. No han jugado sus últimos cuatro partidos y medio sin ningún delantero centro. Su capitán, el alma técnica del equipo, ha jugado más de 266 minutos. El mejor equipo del mundo no pierde a su atacante en forma antes del descanso y destroza al Bayern de Múnich. Y, sin embargo, ahí estaba el Arsenal, teniendo que adaptarse a la temprana salida de Trossard. Sin problemas, su sustituto Noni Madueke marcó su primer gol en la segunda mitad.

Puede que este equipo apenas esté saliendo de una racha de dificultades por las lesiones, pero Arteta aún tiene la profundidad necesaria para darle la vuelta al partido. Riccardo Calafiori dio la asistencia a Madueke con su primer toque antes de que su compañero suplente, Martinelli, superara a Manuel Neuer en la superior del balón de Eze y rematara a la red. Claro que el Bayern tenía sus propios problemas de alineación, con la sanción de Luis Díaz y las lesiones de Alphonso Davies y Jamal Musiala, pero Kompany no ha recibido la profundidad que tiene Arteta.

El técnico del Arsenal, sin duda, preferiría aplazar las buenas críticas que él y sus jugadores reciben. Su rueda de prensa fue notablemente taciturna para un hombre que ha arrasado con un rival al que calificó como «el mejor equipo de Europa». No quiso aceptar preguntas sobre cómo se convirtió eso en el equipo que acaba de ganarles. Kompany reflexionó sobre el porqué de su homólogo tan taciturno.

«A Mikel no le importará si digo que tuvimos esta conversación cuando jugamos contra el PSG hace tres o cuatro semanas. No creo que ninguno de nosotros quiera ser el mejor equipo en noviembre», dijo.

Quizás dentro de seis meses la situación haya cambiado. Si se incorporan mejores laterales al once del Bayern, en particular un Davies en plena forma, podrían convertirse en una mejor defensa. Si el Paris Saint-Germain recupera la forma física que mostró en la última jornada, no le temerá al Arsenal.

Como dijo el propio Arteta, esto es «solo el principio». Puede que sea un intento de rebajar las expectativas, pero desafortunadamente para él, podría solo servir para aumentarlas. Ahora mismo, el Arsenal es el mejor en la cancha. Y solo está empezando.